Un 2010 inolvidable, un año en el que aprendí a caerme y ha levantarme. Un año de cosas buenas y cosas no tan buenas, de malas sí y muy malas.
Pero que sinceramente despedirse del año no cuesta tanto. Tal vez sea como terminar una conversación o una llamada, pero sin embargo le damos mucha importancia. A mi no me gusta despedirme, supongo que lo mismo pasa con el resto del mundo. Y de verdad que decir adiós a veces cuesta tanto por que estamos acostumbrados a no despedirnos para no sentir lo que verdaderamente sentimos.
Decir adiós a 2010 es decir que fue el mejor año, para que en el que viene me de cuenta de aquellos tropezones, dejar de hacer las cosas que nos afectan y dar la bienvenida a cosas nuevas, nuevas personas y una larga lista de etcéteras y que al fin de cuentas terminaran tachadas o entre paréntesis.
No me dan ganas de decir adiós 2010, es difícil, prefiero decir hasta pronto, y se muy bien que los años no se repiten, pero seguiré insistiendo que el próximo año será el mejor. Yo seré mejor.
Gracias por compartir conmigo este año, no importa si fue poco o mucho, si nos molestamos o Reímos juntos. Gracias y digamos juntos Feliz Año Nuevo.
Decir adiós a 2010 es decir que fue el mejor año, para que en el que viene me de cuenta de aquellos tropezones, dejar de hacer las cosas que nos afectan y dar la bienvenida a cosas nuevas, nuevas personas y una larga lista de etcéteras y que al fin de cuentas terminaran tachadas o entre paréntesis.
No me dan ganas de decir adiós 2010, es difícil, prefiero decir hasta pronto, y se muy bien que los años no se repiten, pero seguiré insistiendo que el próximo año será el mejor. Yo seré mejor.
Gracias por compartir conmigo este año, no importa si fue poco o mucho, si nos molestamos o Reímos juntos. Gracias y digamos juntos Feliz Año Nuevo.
