martes, 12 de junio de 2012

Día 164.

He dejado de ser interesante.

Lo siento he dejado de importarles. Soy muy aburrido como las paginas de inicio de una revista de celebridades. He dejado de ser interesante, ya no me interesan esos pequeños detalles que hacen que los días sean grandiosos. No cuento los pasos antes de llegar a casa, ya no espero con ansias esos últimos segundos para salir corriendo de la oficina. Ya no colecciono tickets de las entradas del cine, ya no me interesan los separadores dentro de mis libros. Y ya no, ya no aprecio esos fingidos besos, ya no le doy importancia a las sonrisas, ni a las que me hayan dedicado. He dejado de buscar canciones de bohemia que nadie conoce y darlas a conocer. Ya no puedo ser interesante, ya no puedo llamar la atención, ya ni los domingos en esa bicicleta holandesa que tanto amo y las gafas de sol con camisas de cuadros ya no combinan, que me siento de otra época. Ya ni se si creo cuando las personas me dicen que tenemos tanto en común, ya no, ya no buscaré entre miles de paginas esos personajes ficticios con que solía pasar tantas horas escondido bajo las sabanas con mi linterna de mano. He empezado a odiar las conversaciones de política, ya no se si soy moderno, o antiguo, si amor es eso de enamorarse de un hombre o una mujer sin importar la condición sexual. Dejo a un lado las prioridades y hasta la risa la guardo para alguna otra ocasión. Ya hasta el césped recién cortado se siente como una cama de vidrios. He perdido afición por las fotos en blanco y negro. He dejado de ser interesante. He dejado ser quien soy, ya no cuento los autos del mismo color que pasan por la autopista. He dejado de admitir cuanto me gusta que me miren a los ojos cuando converso con alguien, se me ha olvidado hasta como empezar una conversación, no sé cuando decir hola o simplemente decir adiós con los labios cerrados. Ya no soy especial porque  Coldplay me ha dejado de gustar. Ya no se si mentir es pecado, o que hacerlo te libra de un regaño de tu madre. Ya no puedo ser Interesante.

domingo, 3 de junio de 2012

Día 155


Y dejaré de construir castillos de arena, es que eres como el mar, vienes y vas, te quedas y me dejas, y lo único que consigues es destruir mis ilusiones. Pero que ya me canse de levantarme cada vez que me derribas, me duele, sí, pero no me mata, y ahora soy yo quien se va, te abandona, te deja.