Pero no quiero estar así, no entiendo lo que sucede, pierdo todo recuerdo, se me ha olvidado mi nombre y ya no recuerdo ni mi rostro. Se ha marchado la inspiración y la melancolía se asoma por la ventana. Cada paso que doy pesa como concreto pegado a mis talones, la neblina nubla mi vista y a lo lejos solo distingo el color tenue del horizonte.
No puedo recordar el momento de tu partida, la razón de huir, ni el por que de tu distancia, la respiración es tan difícil, y esta necesidad de mi cuerpo a tu calor se ha vuelto una adicción que no puedo controlar.
No puedo recordar el momento de tu partida, la razón de huir, ni el por que de tu distancia, la respiración es tan difícil, y esta necesidad de mi cuerpo a tu calor se ha vuelto una adicción que no puedo controlar.