Ha sido difícil olvidar los días posteriores y mis múltiples intentos por escribir sobre ello.

Las mismas ganas de odiarte me despiertan de madrugada y me desvelan mis malditas ansias de quererte y esperarte un poco más.

Foto de zacharyayotte.

Lo he probado todo.

Comer, no comer.
Hablar, no hablar.
Moverme, no moverme.
Gritar, no gritar.
Ser amable, ser malo.

Pero nada ha funcionado.

Sigo callendo en la misma mierda.

Fui demasiado feliz, solo pensé en la felicidad, y tal vez no estábamos hechos para ser felices.

No te digo adios, te digo hasta luego.

Ahora, con o sin querer ha llegado un hasta luego. Y sentir la sensación inversa a verte de nuevo, me pone triste, y aunque no puedo decirlo, ni lo diré, lloro en silencio, y me emociono, y siento todo y más.

Y es que solo veo caer tu recuerdo como hojas secas en Octubre. Puedo conservarte en mis recuerdos, con el fin de conservar tu color toda la vida. Desde que te conocí todos mis días se han convertido en otoños y me gusta porque puedo esconderme entre sus colores dorados y rojos. Me gustan las hojas amarillas, las hojas cayendo, las hojas cubriendo el suelo. Me gusta el otoño porque las hojas caen como tu recuerdo.

Falling (by Kevin_Morris on Flickr).