jueves, 12 de agosto de 2010

Ganas de todo

Pasa que hay días que solo te dan ganas de caminar, caminar tanto hasta que se te desgasten los pies. O tal vez gritar y gritar hasta perder la voz, y también noches de beber cerveza hasta emborracharte. Hay momentos vergonzosos que quisiera no tener los ojos, para no ver a la multitud que me rodea, se que sin ojos no podría sentir algo por alguien. Y en casos extremos me dan ganas de abrazar con tanta fuerte hasta sentir ser soy uno mismo. Uno tiene límites para poder sentir, tomar, llorar, odiar, y hasta para amar, aunque es algunos casos somos tan tercos, que cuando no es no, pero ahí estamos.

No hay comentarios: