jueves, 23 de septiembre de 2010

Otoño

Dos o tres días no lo se, tal vez fueron mas… perdí la conciencia y la eternidad del día divagaba en mi balcón junto a las precipitadas hojas de los arboles que avisan la llegada del otoño. No pude recordar cual fue el momento en el que te deje ir y el motivo de tu partida, esta sutil brisa que cae sobre la ciudad y que la vuelve color melancolía mientras camino entre las calles coloniales, mientras las luces de los faros antiguos empiezan a prender y el aroma excitante de café de grano que invade el ambiente, saca lo que dentro de mi se ha guardado y trae tus recuerdos inesperadamente.
Ya se siente el otoño tan cerca, ese olor a hojas secas. la tristeza invade el horizonte y el viento empieza a murmurar una soledad aterradora. Y me senté en aquella banca y tal vez pase media hora derramando lágrimas.
Es otoño y esta inoportuna soledad invade mi alma, como las hojas secas invaden la calle.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no estas solo muchacho!!! nadie en este mundo lo esta......